viernes, 6 de enero de 2017

Los telómeros y la edad biológica

Conocer la edad real de nuestro organismo es un excelente indicador del estado de salud general y esto nos  permite comprender mejor la influencia de nuestro estilo de vida y nos da la oportunidad de llevar a cabo las modificaciones apropiadas antes de que sea demasiado tarde.
Los cromosomas son las estructuras que guardan nuestra información genética, nuestro ADN. Los telómeros son los extremos de estos cromosomas, y su función es la de proteger al cromosoma. Los telómeros están formados por repeticiones no codificantes de un hexanucleótido (TTAGGG) que se repite miles de veces. El ADN telomérico se acorta en cada división y llegado un límite mínimo la célula entraría en apoptosis. La falta en la copia total del telómero se debe al peculiar sistema de copiado de la hebra de ADN en la síntesis de los fragmentos de Okazaki (que estudiaremos más adelante).




Se ha visto que las células germinales y las tumorales expresan telomerasa y por esa razón se pueden dividir de manera indefinida, pues, llegado el momento de la síntesis de ADN la telomerasa recupera la longitud inicial de los telómeros. Dado que no todos los telómeros de los 23 pares de cromosomas son de la misma longitud, parece que el telómero del cromosoma 3 (que es el más corto) es un serio candidato a ser el iniciador del proceso de apoptosis. Además cuando se incluye el cromosoma 3 en cultivos de células tumorales, éstas paran el proceso de duplicación. Se ha asignado al locus 3p12 o al 3p14 el posible papel de “reloj mitótico”. Este punto abre una nueva puerta a la investigación en la relación telomero-envejecimiento celular (como veremos en el capítulo dedicado a las bases bioquímicas del envejecimiento).

Las células germinales poseen actividad telomerasa como hemos dicho. Por el contrario las células somáticas no presentan actividad telomerasa y con cada división los telómeros se acortan y llegado un número de divisiones entran en senescencia celular por acortamiento crítico de los telómeros y tras un periodo más o menos largo mueren. Si estas células somáticas se transforman en células tumorales, la telomerasa se vuelve activa y las células tras cada mitosis recuperan la longitud de los telómeros de tal forma que se vuelven inmortales.

En la actualidad sabemos que las células cancerígenas en general expresan la enzima telomerasa que se encarga de regenerar los telómeros tras cada división mitótica, lo cual hace que las células tumorales sean inmortales. En sentido contrario, la telomerasa también puede ayudar a ciertas células a regenerarse.


Como vemos, la evidencia científica indica que los telómeros cortos son los que causan el envejecimiento y la enfermedad, ya que los telómeros críticamente cortos causan un daño permanente a la célula, a menos que sean reparados por la telomerasaLa longitud de nuestros telómeros está determinada por la genética y nuestro estilo de vida. Es conocido que el tabaco, la obesidad o el estrés producen inflamación y aumento del estrés oxidativo, acortando la longitud de los telómeros. También otros factores como el ejercicio físico, el habito de sueño o determinados suplementos nutricionales influencian la longitud telomérica. Actualmente, se están desarrollando tratamientos basados en la activación de la telomerasa para rejuvenecer los telómeros. Es necesario medir la longitud de los telómeros para determinar si estos tratamientos son eficaces para mejorar la longitud telomérica.

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